miércoles, 7 de octubre de 2015

Me estoy leyendo "Luz de agosto" de William Faulkner. Había oído decir que este autor es tan grande como Dostoviesky o cualquiera de los novelistas clásicos y como tal, es muy exigente con el lector. Para contar cualquier cosa se regodea en quisquillosas zonas del alma o de la psicología del personaje. Es un pequeña tortura leerlo pero voy a ver si la acabo a ver qué conclusión saco. Voy por la página 200 o así y la novela tiene 477 páginas. Voy bien pero no estoy para pequeñas torturas. Ya me siento mejor de mis pesadillas y de mi mal humor mañanero. La mañana ha ido avanzando, el cocido se ha ido cociendo y yo estoy mejor. El análisis que hace el amigo Falulkner del personaje es como para saber hasta lo que sentía cuando meaba una noche de verano, en fin. La historia va de una mujer que sale al encuentro de uno que la ha dejado preñada pero es tan denso lo que cuenta que me asusto en los renglones.
Si un escritor es pesado, da igual que sea bueno.

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