viernes, 16 de agosto de 2013

Con la somnolencia propia de la siesta, con la soledad a cuestas por no irme de vacaciones, con el aburrimiento propio de no saber qué hacer pues no hay nada que hacer escribo esto por el puro deseo de dejar constancia de que estoy, al menos, lo suficientemente despierto para escribir.
Cataluña se quiere independizar. Las hormigas corretean por los caminitos de Dios. Los políticos viven de la política. El cielo es soberbio en su azul de diamante. Las calles brillan de la ausencia, de la garrula ausencia de la gente. Hay un torero que va a torear hoy a las cinco en una plaza jugándoselo todo. Mi pueblo está en fiestas y seguro que hay mucho ruido en él. Los restos de una paella descansan en la cocina. Mi hermano descansa hoy por fin de todo un año de esperar en la parada de los taxis. Mi hermano es "taxicómano". Mi hermano se parece mucho a mí físicamente porque es mi gemelo. Fin de la historia. No hay historia ni ganas de contarla.

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