sábado, 26 de abril de 2014

El stress produce inestabilidad emocional, pérdidas de memoria e irritación. Justo lo que yo sufrí durante aquel año en que tenía que dar clase y no acertaba ni a escribir en la pizarra nombres que se suponía que yo sabía pero que en ese momento, atenazado por los nervios, no me salían y me dejaban en ridículo ante mis alumnos. Luego, la sensación de fracaso perduraba alimentando esa sensación de stress una vez más ante la clase. Me recuerdo estudiándome por las tardes lo que yo ya normalmente sabría de sobra y atormentándome por el miedo a fallar ante los alumnos, cosa que hacía. Recibí quejas de los padres sobre la educación de sus hijos con respecto a mi asignatura pero yo ya no podía más y la presión iba en aumento. Me recuerdo también llevándome una botellita de agua al aula porque se me resecaba la boca por efecto de los nervios y de las pastillas. Todo acabó cuando me di de baja definitivamente. La educación había acabado para mí.

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