lunes, 9 de diciembre de 2013

Ya está todo inventado. Madame Bovary y Ana Karenina ya estaban allí antes de ser de papel. El terror ya existía antes de escribirse cualquier novela de terror. La realidad de unos personajes que luchan contra la sociedad es milenaria. Los escritores sólo constatan lo que ya existe.
¿Por qué leemos entonces cosas conocidas? Por el estilo, sólo por el estilo. Por lo bien contada que esté la historia.
La novela nos engancha y nos hace entrañable el personaje y la intriga nos hace estar pendiente de lo que le pase a ese personaje. Nada más. La historia ya la conocemos.
Incluso estará inventada dentro de poco la máquina del tiempo. Pero ya hay novelas que cuentan historias del futuro. El futuro también lo intuimos, como se intuyó el teléfono, el coche y el cohete a la luna.
Lo que no se entiende nunca es la irracionalidad de politicastros de mierda que quieren separación, muerte y odio. Para eso, sí que hacen falta novelas y héroes que luchen. Los nacionalismos sólo lo entienden los locos nacionalistas de mierda.

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