miércoles, 18 de diciembre de 2013

Conozco una chica de mi pueblo a la que le han quedado ocho asignaturas. Este fracaso en el principio del curso quiere decir que no se ha tomado en serio precisamente el comienzo. No está mal del todo por eso mismo, por ser el comienzo. Que esta situación se puede enderezar, es muy posible pues yo conozco a esa chica y le he dado clases viendo claramente que la chica es muy lista, que todo lo entiende a la primera y yo sé como profesor que si un alumno se toma en serio la segunda evaluación, aprueba la primera con unos exámenes de recuperación o simplemente aprobando la segunda evaluación. Lo que pasa es que esta chica está en guerra constante con su madre y esta cuestión sólo la pueden arreglar ellas dos, haciéndose amigas para siempre y apoyándose las dos en las tareas de ambas. Si una puede ayudar a la otra en los estudios, esta chica puede ayudar a su madre en la casa y el equilibrio reinaría y no la confusión y la batalla y les iría mejor a las dos pero es un esfuerzo de voluntad para que las dos estén tranquilas y no a la rebatiña. Yo sé que esta chica es capaz, muy capaz de aprobar lo que sea. Necesita tranquilidad y equilibrio y no estar siempre enfadada. Lo que debe saber es que ella es por ahora una estudiante, es su misión principal y debe aprovechar el tiempo, no lanzarse a quimeras o rebeliones.

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