sábado, 11 de noviembre de 2023

En esta sociedad occidental tan aberrante en la que vivimos pululan individuos que echan para atrás a poco sentido común que uno tenga. Los que más me tocan las pelotas son los que defienden al animal pero se comen sus buenas hamburguesas y luego se piden  perdón muy ofendiditos por la ternera o el cerdo que murió por darse ese placer. Luego están los abanderados de la ecología que hacen la performance en los museos. Pero si algo me da verdadera repugnancia son los viciosos de las mierdas estas tecnológicas que lo hacen todo por nosotros, un día cagarán, mearán y comerán por nosotros. Como otra gente que no sabe disfrutar de su ocio y no piensan más que en joder al prójimo; ese es el deporte favorito del  hijoputa tonto. En fin, animalismo extremo, feminismo furibundo, internet hasta la médula, ecologismo de postín, agendas políticas mesiánicas, comida basura y chefs de altos vuelos, educación pública del descubrimiento y el aprender a aprender sin molestarse en coger un lápiz, expertos por doquier que opinan sobre síndromes sin límite, expertos que no saben hacer la o con un canuto pero saben de todo y para todos, mentiras en todo medio de comunicación, puestos en la administración a dedo por aquí y por allá, gente que ríe sin motivo, gente in, gente peripuesta, dinero que no es de nadie, jóvenes educados en el país de jauja, dinero que se va como agua en las manos, machacar al trabajador, médicos que se creen Luis XVI en una corte de medio pelo, en fin, felonías sin fin para una sociedad que un día hará aguas pues es pretenciosa de autofagia, al final se comen entre ellos, no se soportan así mismos, acaban exultantes de aniquilamiento. R.I.P. ( lo que tenga que venir que venga pronto)


Nota: El agujero económico de las autonomías ya no es agujero, es una estrella que implosionó y se come todo lo de alrededor.

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