miércoles, 5 de agosto de 2020

A lo mejor, el gobierno de Sánchez pasa a la historia. Lo que no sabemos es si para bien o para mal. En enero de 2020, el día 7, Sánchez fue investido presidente de España. Le quedan tres años y cinco meses a ver en qué para su presidencia. Me acuerdo cuando dijo que el País vasco era eso, un país. También dijo que quería una "España federal". Recuerdo, por mis conocimientos de historia, que España ya fue federal durante la I República, con Pi i Margall de presidente y con otro que se llamaba Figueras. Acabó luchando Albacete contra Hellín y Cartagena contra Totana o algo así; o sea, que lo que hubo fue un cantonalismo atroz que no condujo más que a una crisis política.
Ya me da igual la política que no encierra en su seno más que quimeras y personalismos de todas clases. Le veo muy ególatra a Sánchez, se mira mucho el ombligo y posa mucho para las cámaras, sabe posar.
Esperemos que este presidente no sea un discípulo de ZP porque sería como si un ciego guiara a otro ciego.
Sánchez le veo que se saca de la chistera muchas novedades y no sé si es buen mago para sacar la actuación adelante.

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