lunes, 3 de febrero de 2020

He estado leyendo y oyendo cosas de Irene Montero. Lo que dice esa señora es demencial y lo que hace, también. Son piojos resucitados ella y su marido. No sé qué índice intelectual tienen los dos pero sí que sé el jetómetro que se gastan. Se alían con el bocadillo fantasmal y la abuela que dice "no tengo hambre" al nieto para fabricar mentiras como rosquillas. Vale que en España, a lo mejor todavía un niño o una abuela pasa hambre pero es difícil de creer. Yo vi una peli hace tiempo que me quitó el sueño. Literalmente. Me quedé toda la noche sin dormir. Se llamaba "Techo y comida" pero lo que hay que hacer con los que no tienen ni techo ni comida es ayudarles desde las instituciones pero no ponerlos como escaparate para decir que los poderosos oprimen al pueblo. Decir que los bancos e inditex son un problema es de hijos de puta. Y decir que los niños tienen que tener una educación feminista es de hijos de puta también.
Los niños tienen que tener una educación y un ejemplo de su profesor y de sus padres. Punto y pelota.
Me imagino que en Podemos hay cada asqueroso que me dan ganas de vomitar.
Se alían en la mentira, en la polarización, en acusar siempre al contrario. Son unos sinvergüenzas.

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