jueves, 20 de septiembre de 2018

Al día de sol, le sigue la lluvia. Al día de ayer, le sigue otro lleno de problemas. El mundo del ser humano sigue este curso tan inestable e incierto. Ayer lo pasé bien con los amigos, fui a pasear con mi hermano, el mundo parecía un reloj bien hecho. Hoy todo se ha trucado en una obsesión inmunda, en un repensar las cosas para no conseguir nada, en comerme el coco por errores pasados. En fin, mañana me pongo la inyección por la mañana. Luego, procuraré calmarme y ser feliz, olvidarme de seres indeseables, de pensamientos abismales, de tiranías del pensamiento enfermo.
De lo que sí me he dado cuenta, cuestión que no tiene nada que ver con mis problemas reales, es de que la política no es más que un entretenimiento de unos cuantos para que todo siga igual. No volveré a leer un periódico en mucho tiempo. No volveré a ver un telediario en mucho tiempo. Y no vuelvo a consultar la Wikipedia en mucho tiempo.
Yo sé que todo tiene una solución y una solución sencilla es el propio paso del tiempo.
Lo que me fastidia es este tiempo de sol y calor que hace que los seres humanos salgamos a la calle, estemos en los bares, fumemos demasiado y jodamos al prójimo como a uno mismo.

Si una persona te molesta, deja de verla, dile por un tiempo que no quieres verla y piensa objetivamente en ella. Luego, dile lo que le tengas que decir o no le digas nada.

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