jueves, 18 de diciembre de 2014

No me encuentro mal del todo pero no le veo sentido pleno a la vida. Tampoco creo que le viera sentido pleno a la vida una que tenga que fregar los urinarios de un instituto o cualquier organismo oficial de cualquier sitio ni tampoco brillará el ego de una puta que pase el día esperando clientes en la calle. Pero siempre hay algo que te sirve de clavo ardiente, siempre tienes un motivo para alegrarte de que estás vivo. Ese motivo, si le das vueltas a la mente, aparece. Te tienes que comer el coco un poco, no has de ser vago, porque la pereza es la madre de todos los vicios; la pereza, tanto física como psicológica es muy dañina. Invéntate un paseo largo que te servirá para refrescar mente y cuerpo, lee algo entretenido, mira por el periódico si puedes asistir al teatro, al cine, distráete en una palabra. Pero no te lances en manos de la pereza, porque la pereza te convierte en un perro enflaquecido de esperanzas y amarillo de inanición mental. Muévete, haz cosas, escribe en un papel las cosas que se te ocurran que puedes hacer y adelante.

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