miércoles, 10 de diciembre de 2014

Mi novela llamada del mendigo provisionalmente se ha estancado un poco. Voy por la página 75. La he leído ya tres veces y no veo los fallos. No es una novela al uso por su final sorprendente (el protagonista, un arquitecto se hace mendigo y le conocemos mendigo desde el principio y se hace mendigo por una situación estresante a tope que tiene que vivir) y las aventuras que le hago vivir (ir en una compañía de titiriteros itinerantes). Tampoco es una novela fácil pues en medio de la narración de las aventuras de ese arquitecto metido a titiritero, meto digresiones morales que hace ya como mendigo. Además, siendo mendigo tiene una amante que no he desarrollado. Es muy rara la novela pues el oficio de titiritero ambulante no es muy atractivo o no es muy conocido. Que la novela tenga moralinas que voy metiendo mientras sucede la aventura tampoco es muy usual (me meto con la sociedad de consumo y de los fanatismos que hay ahora). Ya digo, no veo los fallos más allá de que una moralina de esas es muy larga y despista o que el teatro es muy feo en esta novela, está muy desprestigiado. Pero bueno, yo seguiré escribiendo hasta el final y luego haré las reformas pertinentes. Si algo que haces no está bien ahora, luego lo modificarás para que quede bien.

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