Suena música de clarines y trompetas. Suena la vida triunfal y magnífica. ¿Para qué estamos aquí? Para disfrutar, para apreciar quizás contemplativamente la Creación. He leído que las hormigas y las plantas forman una simbiosis muy inteligente. Así debemos obrar los humanos, en simbiosis. Vive y deja vivir. Aunque no hay ser en la Tierra más cruel que el ser humano. Que no nos pongan a prueba. En un barrio humilde, cansado de estar lejos, se levanta la ilusión de ser creador y esa ilusión se pone a escribir de algo que parece una gran novela. Unos escriben de gnomos y otros escriben del vecino, que le tienen más cerca. Todo es crear. Creemos pues el arte de escribir con personajes y argumentos buenos que nos dejen anclados al sillón.
Un escritor escribía fundamentalmente de lo que veía.
Dejadle, dejadle que escriba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario