Al cobrar pie entre claveles misteriosos, me di cuenta de millares y millares de gentes que no tienen alimento. Ahí está el chopo entre encinas robustas. Ahí llega la mañana dormida entre nubes y sol que tienden a dominar el cielo. El alma alcanza un sentido más alto después de abandonar el cuerpo. Eso será dominio de un futuro, eso será lo que Dios imponga a cada ser. Dios está presente siempre. Silencio y soledad nutren la hierba que crece a golpe de sol y de agua. Llueve toda la noche y de día nos dejan las nubes un olor a fresco húmedo que súbitamente se rompe. Recuerda la ventana sobre el abril nocturno, cómo la primavera se extendía ante tu alma dichosa. Vive, dice la mancha verde de hierba crecida en el jardín. Vive y serás agraciado con la vida. La vida no necesita etiqueta, va por ahí desnuda. Quiérela sin adornos, quiérela sucia, quiérela andrajosa.
Hoy el horóscopo ha dicho que la primavera
llegará y nos hará únicos al rostro de la divinidad.
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