De pie en mi propia roca miré la tarde que caía tranquilamente. El sol no tiene prisa por ponerse. El sol es sabio, va despacio. Se puede aprender mucho del sol, esa constancia milenaria, cachazuda, diaria. Los grillos en verano aceleran su canto. La gente de mi alrededor oculta párrafos, sonetos, algunos versos. Yo quisiera vivir en una cabaña al lado del mar, salir a pescar por las mañanas e ir a la carnicería a comprar carne picada. La vida a veces se ofrece; otras veces, has de ir tú mismo a buscarla. La sensación de estar rodeado de tontos se incrementa. No hay sur por ningún lado, ese sur que palpita y tuerce el destino de cualquiera. No digas más: tienes unos amigos ricos, con barco. Oh, qué cosas tienes. Parece mentira pero nos dejas anonadados. Sigue tu camino. Yo no tengo más que redes y una barca para ir a pescar.
Se sabe y no se sabe, es ahí la cuestión.
Stultium numerus infinitus est.
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