Nunca sabemos nada de las almas nuestras. Están ocultas, sempiternas. Los desalmados son aquellos que hacen daño a los demás sin preocuparse de nada. Hay desalmados muy tercos, muy dañinos. Ojalá descorriéramos el velo del pasado y miráramos qué hicimos a los demás, nos pondríamos colorados como tomates. Porque hay corazones valientes que nada temen del pasado ni del presente, porque usaron el por favor y gracias con aquellos que les hicieron daño. Siempre amables, combatían al desalmado con amabilidad y palabras correctas, sin insultos. Pero estos agraviados sí se daban cuenta de lo malo que tenían estos desalmados y no quisieron cuentas con ellos. Estoy bastante gordo pero nunca borracho porque no bebo. La vida siempre está en otra parte, parece que ya lo he dicho en otra parte pero es que es así. La vida lejana y triste se refugia en la playa de Gandía o, a saber.
Gente mala siempre hubo.
Lo mejor es no tener tratos con gente mala.
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