Quizás las firmes convicciones lleven a creer que uno todo lo sabe. Yo, sin embargo, me instalo en la incertidumbre. No sé nada de este mundo. Este mundo es incomprensible, es un misterio. Llorar en el polvo del verano es así muy común. No tengo certezas. No sé qué es lo mejor. No me dejo llevar por la ignorancia pero sí por la duda. Daría lo que fuera por que este mundo tuviera la sencilla composición de un pajarillo que anda entre las ramas. Y, aun así, ese mundo resultaría también muy difícil de comprender. Los afectos, las envidias, las soberbias, las tercas aficiones llevan a este mundo a su ininteligibilidad. La Tierra está dominada por las creencias de los seres humanos y esas creencias son impenetrables. Yo dudo; otros creen quizás en el dinero y les va bien.
Ebrios de sequía, sea el agua un misterio deseable.
para que no adoremos falsos dioses.
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