Cuando la luna se adueña de las aceras de la noche y las vuelve desalentadas y vacías, como ceniza, como un dolor de nadie... Voy por la calle y hace calor. Hace solo un día que hizo frío, viento frío y nieve en las montañas. Hoy, ya digo, hace calor. Te pones en un banco y el sol te calienta mucho y te quema. Esto no hay dios que lo entienda. Por la tarde fulgen los rayos contra la nieve en el horizonte, allá en las montañas. Por la tarde mis amigos se confunden en un círculo soberbio de prosas y de versos. Caen en el espejo los años que naufragaron, cae en la habitación ese aburrimiento que viene durando épocas. La nieve se derretirá y formará manantiales de luz, como de luz forman agua pura mis amigos. Ya está todo contado, ya no sé quién vendrá luego, ya la terca arruga empuja un dolor mental. Las personas que no cumplen con su cometido dan asco.
Hace calor.
Parece mentira pero hace calor.
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