miércoles, 4 de enero de 2023

Mi hermana hacía cosas por los padres. Muy necesarias, como buscar una cuidadora cuando la otra se iba al pillarla mi padre fisgoneando la casa a las 6 de la mañana (no me quiero figurar la escena pero debió ser muy tensa). Aunque mi hermana seguía echando la culpa a mi padre, la culpa fue de la cuidadora, que además se atrevió a pedir unas llaves de casa de mis padres. No sé qué relaciones hay entre mi padre y mi hermana pero no deben ser muy buenas. Hay un tira y afloja entre ellos. Solo es un suponer pues mi hermana y también mi cuñado son un poco misteriosos o liosos, por lo menos, a mí me lo parecen.

Hay un sobrino que no rompe la relación con mi hermano y conmigo y eso es encomiable por su parte. Hace cosas que ningún otro de la familia hace. Llama los lunes que libra y le vemos en casa de los abuelos. Pero el hermano de este sobrino casi es como si no existiera para mi hermano y para mí. El sobrino de parte de mi hermana pasa de mi hermano y de mí ampliamente. Nunca llama. Los años que le veo en verano, se limita a darme la mano. Un día llamó unos meses antes de casarse pero yo dije que no iba. No sabría de qué hablar con este sobrino, llevaba mucho tiempo sin verlo ni entenderlo. Ahora este sobrino va a tener un niño. Veremos a ver si le lleva con los bisabuelos o no. Dicen que le van a tener para mayo. Llamó a mi hermano este verano para interesarse por su salud (un grano que le había salido en la ingle). Nada más en todo el año.

En fin. Los miembros de mi familia casi ni nos vemos y si lo hacemos, es artificialmente (unas reuniones que convoca mi hermana) que no sé muy bien para qué vale reunirse. Yo ya no iré a esas reuniones como han dejado de hacer mi hermano y el sobrino que llama los lunes que libra.

Cada día tiene su mañana.

No nos ansiemos. Hay tiempo para todo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario