lunes, 21 de septiembre de 2020

 A las 10:00, me voy a poner la inyección. Me ronda la cabeza la idea de mi hermana que al final, no ha hecho la reunión. La estúpida nos llamó el verano pasado a través de mi sobrino: "Tía Cecilia está saturada y quiere hacer una reunión". Este mes también quería hacer una reunión. Todo se tradujo en ir a casa de mis padres y decir que mi madre necesitaba una asistenta dos días, dos horas. Mi madre se harta a decir que no quiere asistentas. Luego, mi hermana llama a mi hermano Paco y le dice que busque una agencia de asistentas. Mi hermano ha buscado y se lo ha comunicado (no se qué de "interdomicilio") pero a mi hermana no le gustado o no ha querido. Yo espero que no contraten a ninguna asistenta pues mi madre está bien. Si está un poco sucia la casa (que no está) pues da igual.

Bueno. Mi hermana siempre queriendo hacer cosas, pero sin saber cómo hacerlas, es lo típico de ella, como a mí con lo del abogado, que maldita la falta me hacía.

A ver si me pongo ya con la novela de esa mujer que se convierte en santa y que tiene un montón de problemas y a ver si se pasan estos días y empiezo a hacer comidas: pienso hacer una coliflor cocida y unos filetes de pavo para el martes.


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