martes, 29 de noviembre de 2016

Cuando todo va rodado solo hay que esperar a que descarrile. Pero si se ha alcanzado un cierto nivel de reposo de tu mente, parece que ya no vas a volver a las andadas y vas a seguir avanzando. La confianza en un mismo hace que hagas cosas que nunca soñaste o que te mantengas en una paz de espíritu que dure por un gran tiempo.
Ha estado lloviendo estos días de atrás, el cielo estaba encapotado y fluía una lluvia fina y constante que maceraba las aceras hasta volverlas resbaladizas y brillantes.
Hoy voy a ir al "tu decides" a charlar un rato con amigos. Lo paso bien, son gente con un problema común que quiere pasar el rato de la mejor forma posible.
Viene una semana de puentes que durará al menos siete días. La gente de Majadahonda irá a las pistas de nieve y yo me quedaré aquí pasando el tiempo lo mejor que pueda.
Madrid espera, grande como un felino de la sabana, a que me trague y me disuelva por sus calles enormes de edificios antiguos y tradicionales.
Las tardes escribo lo que puedo sobre mi novela. El personaje debe asombrar con la moderación de los tiempos que llevamos, tiempos en los que no hay aventura posible, atados como estamos a un domicilio y un lugar.

Si todo va bien, espera.

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