martes, 23 de julio de 2013

Si todos los actos humanos tuvieran una intención clara desde que se tiene uso de razón, no habría tantos malentendidos entre las personas.
Lo que pasa es que a veces no sabemos por qué hacemos lo que hacemos o no sabemos bien por qué estamos haciendo eso que hacemos y por ello se nos plantean miles de preguntas mientras hacemos eso que hacemos.
¿Y qué hacemos? Pues aunque parezca mentira, básicamente, lo que hacemos es trabajar en una sociedad eminentemente productiva y si alguien está en paro, desea incorporarse a esa sociedad productiva.
Tener trabajo da prestigio y razón de ser a la persona en esta sociedad.
Pero cuando se está trabajando el mismo trabajo plantea dudas al trabajador, unas dudas metafísicas que suelen amargar el día.
Hay que combinar muy bien trabajo y ocio para que los dos resulten satisfactorios.
Dice un refrán: el que de joven no trabaja, de viejo duerme en la paja. La situación en España es denigrante.


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