lunes, 5 de mayo de 2014

Yo deseo siempre la revolución, el cambio en las mentes de la gente. En la revolución francesa se fijaron las normas y leyes para las futuras democracias. Una vez que se fijaron las democracias en el siglo XX para poder contraponerse a los fascismos y comunismo que se enfrentaron en la II Guerra Mundial, ¿qué hay que revolucionar? ¿El sistema político? La política ha dejado de ser revolucionaria para administrar los intereses de las masas o de unos pocos. Ortega y Gasset, en su libro "La revolución de las masas", que yo no entendí bien al leerlo al usar un lenguaje bastante filosófico creo que dice que las masas protagonizarán la historia de los próximos siglos, unas masas que lo invaden todo, que invaden los ámbitos que antes eran sólo de unas élites. Hay que educar a las masas, dice Ortega.
Yo creo que la revolución que merezca la pena no va a ser política o sólo política sino que debe ser mental. Las masas deben ir hacia lo bueno y lo bueno ya está descrito desde Platón y para ir hacia lo bueno no hay que pasar por la política. 

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