domingo, 3 de marzo de 2013

De resultas de estar mal psíquicamente ahora valoro más la tranquilidad de ánimo que tengo este domingo. Estoy muy tranquilo. Ayer pasé el día con Eva por la tarde y hablamos de este sentimiento mío de frustración que tengo a veces porque no soporto esta puta rutina impuesta. Yo le explico que me valgo de la escritura para transcender en lo que pueda el momento actual presente, tan aburrido y tedioso. Ella dice que hay que disfrutar de pequeñas cosas, en fin.
Recuerdo un verso de Rosendo que dice. "muchas horas de pasarlo mal" y luego: "paso un mal rato haciendo el pato". Esto lo dice en una canción que habla de su afán de notoriedad y agradar al público. La canción es muy conocida, se llama "Loco por incordiar".
Yo no busco notoriedad. Yo busco que mi novela vaya bien para sentirme yo también bien y así tener un entretenimiento válido.
Que quede aceptable es mi meta. No busco muchos lectores, sólo la satisfacción de haber hecho un trabajo digno.
Y eso es todo. El domingo empieza a proyectar su larga sombra de tedio y fútbol por doquier. Nadie pasa por las calles, digiriendo están la comida familiar en el sofá. La película impone su argumento fatal al teleespectador que dormita a ratos mientras la heroína chilla porque quieren abusar sexualmente de ella.
Eso es todo. Mañana, lunes, orden en las calles, cada uno a lo suyo.

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