La tarde y la mañana han pasado sinuosas como una culebra por el seno de un río. El pan alimenta lo mismo al rico y al pobre. Andar por la cuerda floja no lo he hecho en mi vida, ni en cuestión económica ni vital. A mí, como se suele decir, nunca me ha faltado un duro. Lo que sí se echa de menos en mi vida es un tanto de aventura, que nunca llega. La mayor aventura que se me ha dado vivir, creo yo, es hacer kilómetros por España a un lugar lejano que baña el mar. La pequeña aventura de coger la bici y hacer kilómetros ya la he desterrado por todo lo que fumo: me da miedo coger la bici, pedalear y que me dé un yuyo al corazón.
Solo el sabor profundo de la hierba retiene el agua en su verdor.
Ojalá llueva de una vez pero no en forma de riada salvaje.
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