Encontrar la salida de este gris laberinto, sin pasión ni pecado ni locura ni incesto, no gritar que he hecho yo para merecer esto. El gris laberinto en el que estamos metidos todos se hace presente esta mañana que no sabemos qué hacer y entonces vamos a la compra y después de comprar nos echamos un cigarro y bebemos una cerveza comprada en la tienda china pero casi ni los disfrutamos, el cigarro y la cerveza. Y luego llegamos a casa y otra vez lo mismo y ponemos la tele en 24 horas, a ver qué ha pasado en el mundo y a ver qué desgracia nueva hay en esos países asiáticos y a ver qué político dice otra politicada y a ver quién es quién en este gobierno desgobernado que llena de leyes y de decretos la vida de esta nación desastrada. Y otra violación y otra mujer asesinada por su pareja y ya no vemos ya y nos suena en el oído: este gris laberinto, este gris laberinto.
Por las tendidas mares una barquichuela flota y avanza.
Somos esa barquichuela en medio del océano, bro.
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