Hay algunos que dicen que todos los caminos conducen a Roma. Y es verdad porque el mío conduce siempre al hueco que te nombra (canción de Luis Eduardo Aute). El amor sentimental mueve montañas, es egoísta pero es bueno, porque cohesiona la sociedad en forma de parejas unidas y dichosas. Que una mujer ame a un hombre o haya amor homosexual es bueno para la sociedad. Peor es la cantidad de solteros que andan sueltos y aburridos en esto del amor. Los hogares monoparentales crecen y a mí me parece malo. La vida surge de la unión de hombre y mujer y la vida es en sí misma bonita y agradable: lo certificamos cuando vemos un niño pequeñito que nos hace reír. El domingo comí en el chino y vi una escena que ya se repite mucho: incomunicación entre los padres y sus hijos desconcentrados y extraños. Cada uno iba por un lado, no había armonía de familia. Otros días, he contemplado la escena contrapuesta: niños centrados en comer, como sus padres. Bueno. Tengo entendido que, actualmente, hay psicólogos para entender una familia y hacerla entender la convivencia. Ojalá esos psicólogos ayuden a familias descompuestas a tirar por el camino del equilibrio familiar.
Come, te he dicho que comas.
¿Puedo salir a la calle?
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