En el gobierno de Aznar, se alcanzó el pleno empleo. Solo por eso, me gustaría que otro gobierno que entrara, también lo alcanzara. A este gobierno no le preocupa demasiado el paro obrero. Sigue habiendo tres millones de parados más o menos. El pleno empleo supone que cualquiera puede ejercer un trabajo bien remunerado. Eso es la paz del pueblo, nada de vicios, nada de noches haciendo la cabra con la droga. Todos pendientes de un trabajo que satisface las necesidades del individuo y, por extensión, de la sociedad. Yo veo por la calle gente que no sé ni de qué vive, con la lata de cerveza constantemente en la mano, rodeados de camellos que les ofrecen la evasión del día, que debe ser aburridísimo. La pena que dan esta gente apta para trabajar y no conseguir más que un embrutecimiento por las calles, dando un espectáculo pésimo para cualquiera que los vea. Yo abogo por un gobierno que cree millones de trabajos para esta gente y que no haga falta el deseo de evadirse de la realidad, de su triste realidad que viven.
El trabajo no solo dignifica, da de comer y pone orden en la sociedad.
Viva el pleno empleo.
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