Aparentemente, no tengo tema del que tratar. No voy a hablar de política porque no me gusta. Hoy he ido a la calle a leer el periódico. Había poca gente por las aceras. Me imagino gente que está en la cuerda floja económicamente hablando, qué ejercicio tendrá que hacer para comer simplemente. Aquí, en Majadahonda, con ser esta gran ciudad, con fama de rica, hay no pocos mendigos o medio mendigos que aparecen tumbados en un portal, como el que yo me he encontrado esta mañana. No sé si la droga, las malas compañías, la desocupación, etc. conducen a estas gentes a la miseria moral que va de la noche a la mañana. Lo que hacen de noche se traduce en pedir algo de dinero para comer quizás. No me imagino a esta gente cómo podrán saciar el hambre a mediodía. Entre ellos se arreglarán. No hay pocos y siempre merodean por la misma calle, así que es fácil identificarlos. A mí no me apetece verlos, pero los veo.
El paro obrero, la droga y las relaciones inapropiadas
son la mezcla de todos los males para una persona.
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