En el IES "Matemático Puig Adams" de Getafe, vi algo que me causó pavor. Y no tenía nada que ver con los alumnos, sino con un profesor con barba (aún tengo su rostro en mi mente, cuando lo recuerdo) que, mientras corregía, fumaba un cigarrillo tras otro. Literal. Le duraba un cigarrillo un minuto y al acabar, ya encendía otro. Yo calculo 5 o 6 paquetes diarios para fumar a ese ritmo. En "Puedes dejar de fumar si sabes cómo", de Raimon Carr, el que lo escribe dice que fumaba 100 cigarrillos diarios. En el pueblo, un hombre fumador se quedó alucinado cuando le dijimos que mi hermano y yo estuvimos más de 20 años fumando un paquete diario. Ese hombre fumador estuvo mucho tiempo fumando 3 paquetes diarios. No digo yo que fume poco ni mucho sino que al que le toque le ha tocado. Eso lo tengo claro. Fumes lo que fumes. Y si lo mezclas con alcohol, entonces se agrava la cosa. Algunos días, yo puedo estar una hora sin fumar si me lo propongo, sin ningún problema. Hay días que me levanto con miedo al tabaco, pero sigo fumando. Hay gente que empezó a fumar a los 8 o 10 años. Yo empecé a los 25. Pero ya se sabe que, lo que yo digo supra: que no te pille de frente.
El tabaco, ese placer que solo entiende el fumador
y que también el solo lo padece.
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