Algo ha fallado. Ya estamos en navidad y no soy especialmente feliz. Todos los días diciendo que llega la navidad y ahora que ha llegado, no siento nada, no me doy a la alegría de vivir. Será que ya ha pasado la magia de estos días que antes eran especiales, bonitos con respecto al discurrir del año entero. Será la repetición de lo navideño lo que trae este descreimiento. Recuerdo que en estas fechas, tiempo atrás, yo me entretenía escribiendo alguna historia que tenía que ver con esta época mágica. No me salía gran cosa pero sentía el fervor de estas fiestas en el magín. Hoy hace sol pero hace frío. La gente descansa de la cena de ayer, tomando algún sobrecito de alkaserser. La verdad es que somos menos a la mesa, somos menos los que estamos, somos menos los invitados a vivir la navidad. Sin embargo, Paco canta mientras se ducha. Pasaré el día en casa, escribiendo o leyendo algún libro. Daremos un paseo cuando se haga de noche, a eso de las 6, y charlaremos ni animados ni desfallecidos de algún tema de interés. La navidad está aquí. Seamos felices mientras podamos, como dicen los jardineros y que nos dé el niño nacido felicidad para todo el año que viene.
El niño ha nacido. Debemos dar gracias a Dios por las cosas buenas que este niño trae. Es Dios, es Hombre, es un niño que ha venido a salvarnos de la miseria del pecado. Queramos a este niño. Seamos buenos y cariñosos con el semejante, que es lo que este niño quiere.
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