jueves, 26 de diciembre de 2024

 Cada vez duele menos ir al dentista, señal de que vamos progresando. También es señal de que vamos progresando que el salario de los trabajadores aumenta y que los niños chillan cada vez más, ejerciendo así un poder más efectivo sobre sus padres. Antes, los padres tenían una autoridad sobre sus hijos. Ahora parece ser que se ha invertido esa autoridad y es bueno para la sociedad pues así se renuevan las ideas más frescas de la población más joven. La juventud debe llevar sus ideas a la práctica dando alaridos desde pequeños para que los tímpanos de los padres sientan ese arrullo contestario desde muy  pronto. Así avanzan las sociedades, haciendo caso a los más pequeños desde que pueden hablar. Pero ya digo, no es que hablen, sino que chillan y hacen bien.

Los chillidos de algunas aves que viven al lado del mar salvan la vida chillando todo lo que pueden a sus padres.

Así debe ser entre los humanos.

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