Hay gente que se cree alguien. Ha vivido una vida de lujo, no les ha faltado de nada y se creen con derecho de hablar con laconismos, con ocultaciones de su persona, como si fueran algo especial. Pero bueno. Ya tendrán sus días malos, no todo es pasarlo bien. Esta gente suele vestir muy a la moda y a seguir a su equipo de fútbol como si no hubiera otra cosa en el mundo. Esta gente trabaja como si solo ellos lo hicieran y dicen: vaya y qué tal como si te perdonaran la vida. Esta gente no ha sufrido nada en su vida, su vida ha sido un camino de rosas y ahora ganan un buen sueldo, invierten y hablan de esa manera que digo, no diciendo nada. Pero, ya digo, en esta vida se viene a sufrir aunque ellos han sufrido muy poquito, todo se les ha sido dado y hablan, ya digo, como si no se pudiera saber nada de ellos. Con su pan se lo coman. Son gente muy poco empática, lo de los demás le importa muy poco y llaman y dicen: ¿todo bien? y se creen que han cumplido con una obligación más importante que la misma persona a la que llaman. Todos esperamos en Dios menos estos que no creen en nada, solo en sí mismos y preservarse de decir nada de sí mismos.
Si no saludas ni siquiera,
¿Qué esperas de los demás?
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