martes, 31 de diciembre de 2024

 La vida se paga. La vida cuesta proporcionalmente a los errores que se cometen en ella. Los que llevamos una rutina sin alborotos ni inconvenientes, nos ceñimos a ella y vamos tirando. Los que dan giros y giros en el aire o caen de pie o caen de cabeza. Es propio de la vida darnos sorpresas o que nosotros creamos la sorpresa. Después, hay que apechugar con esa sorpresa que hemos estado persiguiendo. Nadie debe juzgar a nadie. Las cosas que hacen otros debemos respetarlas porque no hay persona en el mundo que no haya tomado una decisión guiado por el deseo de felicidad pero que sonaba extraño a los demás. Las personas que han tomado una decisión drástica o radical en otros tiempos nos han ayudado, han estado pendientes de nosotros y por ello, no debemos juzgar sus acciones si han sido buenos con nosotros. Los que han mirado a otro lado cuando estábamos en una situación mala, no nos importan tanto. Ya digo, es mejor intentar comprender que juzgar malamente a alguien.

Mira; ese ha hecho eso.

Tú también has hecho cosas incomprensibles para los demás antes que él.

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