El psoe y el gobierno del psoe están atravesando días muy difíciles. Si no me equivoco, hay 11 ministros señalados en la corrupción de las mascarillas u otras corrupciones. El pp aguarda a que el gobierno se hunda. Y yo creo que no tardará mucho. Es mucho el peso que soporta, el mal peso que soporta. El pp se beneficiará de todo esto que está pasando y ya está pactando con PNV y Junts, socios naturales de la derecha periférica. Yo creo que la democracia se ha de caracterizar por la alternancia política, que es buena: así, un gobierno en crisis deja a otro gobierno nuevo entrar a ver qué hace. Pero a mí lo que me preocupa es el reguero de gilipolleces que ha dejado el socio del gobierno, podemos, en cuestiones de intimidad sexual y hasta de la manera de nombrar a los géneros: todes, niñes, que, siendo gilipolleces, aún quedarán en el modo de hablar de algunos que les siguieron en este caso de neolengua o creación de palabras absurdas.
La política crea un lenguaje, da importancia a algunas palabras y las llena de sentido político.
Pero debemos hablar español, que es nuestra lengua y no la que nos impongan los políticos.
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