domingo, 22 de diciembre de 2024

 Qué bonito es cuando has estado en un centro comercial donde la gente se atonta y luego coges el coche y avanzas y ves un bosquecillo breve pero sonoro, con el sonido del silencio que te llama y acudes a él y por encima suenan los pájaros, una bandada grande y hermosa. Y en los pinos tú ves la soledad de los árboles, unos con otros y paseas por ellos y vives ya de una vez. Y te empapas de esa su luz verde claro, y andas el camino entre ellos y allí anida el silencio como anida en tu corazón por un tiempo único y feliz. Y sabes que ese sitio será tuyo como es de los pinos tranquilos, de las grajas que graznan, de los graciosos alfileres que colman la breve copa de esos árboles que duermen la tarde por encima de tu cabeza, por encima de ti, por encima de todo. Y es un trozo de Dios el que se manifiesta.

Bosquecillo amado:

quédate donde estás, no te muevas, no llores de soledad, te veré otro día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario