Cuando el hombre se extinga, quedarán unos papeles llenos de mentiras. Lo que prometen los políticos, no lo cumplen. Los casados ocultan sus aventuras extramaritales. Los drogadictos dicen que no se drogan. Los ocupas dicen que no tienen casa. Los ladrones dicen que son pobres. Los que sisan en los negocios borran la sisa, la hacen encubierta. Los jefes exigen lo que no se exigen a sí mismos. Los alcohólicos dicen que no beben. Los que fuman dicen que solo después de comer. Aquellos que van con la verdad por delante lo tienen siempre más difícil porque tienen que enfrentarse con los mentirosos de mierda que pueblan el planeta. Qué bonito es robar el dinero de un hombre honrado y que no se dé cuenta. Pero luego llega el despido y yo no he sido. A los amigos de lo ajeno les deberían poner un mes a pan y agua, a ver si ya decían la verdad.
La mentira y la ocultación es eso:
La demostración de que no se llega muy lejos robando y mintiendo.
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