domingo, 1 de diciembre de 2024

 Es ya por la tarde, hace rato que comimos. He ido a ver a mi padre, que está con gripe. Está mucho mejor que ayer, ayer durmió mal. Hoy ha dormido mejor. Se le nota. He visto en YouTube al doctor Cabrera, que es psiquiatra forense, hablar del alma. El alma no se puede tocar ni cuantificar ni experimentar con él. A la ciencia se le escapa el alma, no lo puede analizar. Es lo único que queda al ser humano por colonizar por la ciencia y nunca lo hará. El alma es lo singular de cada uno, cómo reímos, cómo hacemos tal gesto irrepetible, cómo sentimos, etc. Yo creo que los robots nunca jamás tendrán alma en el sentido que no nacerán de hembra sensible, serán siempre objetos creados por los humanos. El alma es aquello que se desgaja del cuerpo cuando morimos y por eso los muertos se quedan con un solo gesto definitivo y no ven, no oyen ni sienten ni padecen. Por cierto, qué a gusto se quedan los muertos: no padecen ya más el sueño, el hambre, los dolores físicos ni mentales. Los muertos, si hablarán, solo dirían: adiós.

El alma es eso que es esencialmente peculiar de cada persona. El alma nos hace únicos a cada uno.

El alma, ¿nos la da Dios quizás junto con el cuerpo?

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