Murmuró sus blasfemias, las hizo importantes. Esta tarde sin duda, tendré la respuesta a esta tristura verde que me acompaña. Vendrán como imágenes bien resueltas a mi dolor de ser humano. El hecho de vivir no está bien resuelto siempre, sino que cuesta nombrar la vida, aceptar la vida, encontrar en este mundo baldío recetas para la vida. Ha habido gentes que han surtido la tierra de rencor, de envidia y han hecho ascos a la vida venturosa. Dejémosles con su terrorífico lastre que se apañen, que críen ese dolor. Las páginas del libro dicen claramente que el hombre debe ser hombre ante todo, no un alfeñique triste del que tiran de todos los sitios. No sé si me salvaré, pero viviré de acuerdo con la palabra. Eso es todo lo que tengo que decir. Es todo lo que sé hoy.
Tumbado en la cama llega al cuerpo la idea de cansancio.
El cansancio de hoy es el cansancio de años.
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