La mañana es muy larga. La poesía también lo es. Poetas ha habido con devoción de explicar el mundo a través de ella. El sol reluce en las cosas, las llena de luz para que las veamos. Somos dioses que tomamos la luz del sol e interpretamos estas largas y conmovidas entidades. Somos movimientos, somos mentes que triunfan ante los días que van y vienen, como rosas, como vicios, como sombras. Aunque el dolor no deja sonido sino un susurro vacío, debemos arrostrar ese dolor, acercarnos a la vida como perros llenos de hambre y saciarnos, comer lo que da, hartarnos de ilusión. Porque nos rodea el bien, nos rodea lo puro y santo. Estamos rodeados de gente buena como nosotros. Hay que vivir tomando píldoras, hay que vivir y hacer la vida. Hay que mirar al sol y darle gracias por este mundo que vemos. Hay que escribir que vivimos. Hay que romper el día llenándole de amor por él.
El barrio se agita otra vez con la crecida amorosa.
Somos del barrio, somos de esta manera, somos la gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario