La vida pasa aunque no queramos. Es lo que sabemos cuando alcanzamos uso de razón. Así que hay que hacerse amigo de la vida en cualquier circunstancia porque la vida es como el conductor del taxi en el que nosotros vamos. Unas veces, elegimos nuestra vida, cómo va, cómo queremos que vaya y nos sentimos felices porque se cumple el deseo nuestro y no el de la vida. La vida es un poco cicatera: solo nos da minutos u horas que llenar pero nos los da descarnados, sin algo dentro. Porque somos nosotros quienes llenamos la vida, los minutos, las horas de la vida. Esto va uno por la calle y se encuentra una mierda creyendo que es un pastel de chocolate. Se agacha, lo lame y dice: "Es una mierda. Menos mal que no la he pisado." Esto era un padre y un hijo en el oeste que leen un cartel: "20 dólares cabellera de indio". Se van al oeste y preparan una tienda en la llanura. Por la mañana, la tienda está toda rodeada de indios. El hijo dice: "somos ricos, padre".
No veas límite en cosas que hay que hacer en la vida.
Pero mira el precio que tiene cada una.
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