La puerta da ocasión a conocer el parecer de otras gentes. La cruzo y ya está: estos son los azúcares que componen el dulce. Son varios los puntos de vista. Yo aprendo de ellos, de mis semejantes. Quizás el día no ha tenido aún su toque, su cadencia hasta que ellos hablan. Son noticia, son apertura de lo público, son diferentes opiniones que se entretejen en el parque mientras los gorriones van fugaces, instintivos, de un gris serio. El rumor de lo básico está en sus bocas, el retintín de las informaciones. Estamos todos aprendiendo a morir entre las palabras que decimos. Somos signos de lo que está pasando. Somos también lo que está pasando. Lo que está pasando nos afecta a todos. Lo hablamos, lo discutimos y nos vamos a casa.
Mira a la gente cómo va
y luego saca conclusiones.
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