Entre los despojos que los ingleses se llevaron de Cádiz. Así empieza la novela "La española inglesa", de Miguel de Cervantes. Y luego cuenta la historia de una mujer. Pasando a otro tema, aquí se nubla pero no llueve. Ponen nombre a las borrascas y las borrascas no dan ni miedo; menos, agua. Esta de esta semana la han puesto "Carlota". Como si la ponen "Facundo". La pena de este mundo está muy diseminada entre enfermos mentales, enfermos de cáncer, enfermos de ELA, enfermos y más enfermos que necesitan cuidados. No siempre la sanidad ni las leyes cubren estas enfermedades como deberían. Pero nos debemos conformar. En Haití, dudo de si hay hospitales que atiendan como aquí, en España. Y menos, en Gaza, donde son bombardeados. La pena está muy diseminada, pero debemos aguantar. La pastilla para estas ocasiones es el aguantil, que lo mejora todo y no produce efectos secundarios.
La enfermedad se ceba con los ciudadanos debilitándolos.
Pero de esa debilidad debe surgir la comprensión y la aceptación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario