Del prolífico y gran escritor Herman Hesse me he leído, por orden cronológico, un libro suyo de cuentos, "El lobo estepario", "Demián" y "Shidarta". Los leí cuando era joven, muy deprisa, todos me ayudaron. Los he repasado y he disfrutado con ello, comprobando una vez más la carga filosófica que destilan, llegando al clímax de la metafísica y la religión. He picoteado de la gaya ciencia de Nietzsche y me he explicado a mí mismo hasta que me aburrí. Empiezo con el Señor de los Anillos y disfruto sentimientos lejanos que rememoraban lo consuetudinario de mi pueblecito en que nací. Del Quijote aproveché pocos capítulos para mi gusto, pero Sancho ya está preparando arreos para partir. Comencé La Divina Comedia pero algo hice para tener que retrasar su lectura. El periódico del Domingo me amargó la tarde. pero no hay mal que por bien no venga. Ayer consulté una guía de plantas de manera somera y me gustó la idea de tomar algunos apuntes y aprender a distinguirlas. Leo la biblia de vez en cuando y siempre aprendo. He abandonado la lectura de un libro de ciencia ficción y definitivamente no es un género que me guste, conduce al desabrimiento intelectual. He leído en el muy interesante que el hombre progresa gracias a la mentira y que estamos "programados" para mentir. Otra gilipollez de falsa información más al canto, estamos viviendo en una época en la que se nos insta a dilucidar entre excesiva y mala información, hay ruido y a gran volumen, la televisión echa humo y seguir un telediario todos los días es un deporte de riesgo.
Más vale buena esperanza que ruin posesión.
Quien no olvida atormenta su vida.
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