Ya los conocemos de otras veces: lo que una persona A quiere decir a otra persona B, se lo dice a una persona C para que vaya preparando el terreno. No van de cara. Son manipuladores y constructores de líos allá donde vayan. No hay que hacerles caso. Con cualquier excusa dicen a C que hay que hacer determinada acción y presionan a C para que vaya con el cuento a B para que A se vea libre e independiente de lo que pase. Me recuerda al gobierno con esto del verificador. Es como echarle la culpa a otros de la culpa propia, de no saber qué hacer. Ellos saben muy bien lo que quieren pero arman el lío no sé si para deshacerse ellos de toda responsabilidad o de diluir la responsabilidad en otras personas y así, tener la posibilidad de echar la culpa a otros si algo sale mal. Son gente infantil, de poca claridad de alma, que va arrastrándose. Hay muchas concomitancias entre el gobierno de España y esta gente. Lo ponen todo patas arriba y no quieren hacerse responsables de los acuerdos que hacen.

No quisiera soñar con ellos siquiera

porque son el sueño amargo de siempre.