No habitaremos nuestra casa si no guardamos un poco de amor, si cultivamos la semilla de la soledad, si volvemos la cara a los que nos conocen. Así, andaremos con pasos oscuros la limpia calle en que vivimos, llenaremos en el bar nuestro cuerpo de mentiras y exageraciones purulentas. Las actividades de fiesta serán vacuas y tristes al acabar, pues las risotadas y borracheras ya no traen más que el vacío a nuestro alma. Los peldaños de la desconfianza nos harán sentir tristes pues hemos hecho lo que no debíamos, hemos traicionado la confianza que se puso en nosotros y encima, decimos: nos han hecho mal. Todo es proporcional a la mentira que hemos estado fabricando, todo se nos vuelve oscuro porque nosotros también hemos sido oscuros con los demás.
Mientras en la plaza caen las sombras,
tú está resentido de lo que te ha pasado.
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