Va a haber huelga de cajeros en días clave de compras. No sé si habrá servicios mínimos. Pues al cajero que le toque currar lo lleva claro. A lo mejor, no funciona ni un cajero en todo el supermercado. La gente, supongo, hará las compras con antelación. Mi hermano, mi padre y yo ya tenemos solucionado el tema. Como es cena, comeremos poco. Y navidad, también será algo sencillo. Andaban los gatos maullando de placer pues la noche estaba serena y llena de estrellas. Yo, las estrellas solo las veía en mi pueblo, los veranos que iba allí con mis padres. Las veía desde el patinillo donde fumábamos Paco y yo antes de acostarnos. Eran muy bonitas, casi redentoras. Eran el techo que nos salvaba del día, día difícil de convivencia con mis padres. Esas fechas de verano eran duras de llevar. En fin, la vida va cambiando pero las estrellas parece que son las mismas allá en lo alto. Sé feliz, es navidad.
Yo doy riqueza a una menesterosa juventud.
Pero ¿quién me da riqueza a mí?
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