"Esto es para televisión", decía la periodista. "Qué ilusión, dígame cuándo voy a salir para que me vea mi hija", dijo la mujer mediana de edad. Al final, lo vio todo el barrio pues la noticia de que esa señora iba a salir en televisión se corrió de boca en boca. Y la pregunta era: "¿Qué le parece el turismo?". Y esa señora contestó en cuestión de segundos de cámara: "No sé. Yo creo que es bueno para España. ¿Eso es lo que tengo que decir?" y cortaron en "es bueno para España". Menos de cinco segundos estuvo la cámara apuntando a la cara de esta mujer que se llamaba Flora, como las damas de los sonetos de Quevedo, como la reina del mundo vegetal, como la gata famosa. Y es que somos el bar de Europa, eso es lo que somos los españoles. En Inglaterra no se bebe ni se fuma tanto como en España porque el vicio está por las nubes. Y lo vio todo el barrio y animaron a Flora a que se presentara a un casting de alguna película y Flora lo hizo y trabajó de actriz secundaria para un director de estos de cine español subvencionado pero después, Flora tuvo que seguir trabajando en la lavandería pues con papeles tan míseros como los que le ofrecían nunca llegaba a fin de mes. Su hija respiró al ver que su madre volvía al redil y se olvidaba de aventuras cinematográficas de chicha y nabo.
Cualquiera puede ser actor o actriz.
Solo se trata de decir unas frases y salir poco.
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