Se consumó el engaño y el grupo no supo muy bien qué hacer. Nosotros nos fuimos pero llamaron para estar juntos. Nosotros decidimos no ir en unos cuantos días por allí, a ver si se diluían las dudas que se habían sembrado. Y todo esto en navidad, cuando se supone que surge en la gente la buena voluntad. Parecía que todo iba a salir mal pero no fue así. Cenamos con nuestro padre una lombarda y unas chuletas y empezamos a charlar. La tele ni la encendimos, no escuchamos al rey siquiera. La lombarda estaba muy buena y las chuletillas rezumaban una grasilla muy apetecible. No sería una nochebuena muy allá paro era una nochebuena tranquila y amigable. No había luces en la casa ni un triste belén, pero lo pasamos bien. Llegamos a casa y nos acostamos. Ya estaba pasada la noche esta y todos pasaremos y no volveremos más.
Era ya invierno pero lucía un sol que lo desmentía.
Era ya invierno y la gente, a la vez, vivía y moría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario