Dejad en paz al niño en la cuna y al oficinista que sale a las tres de sus quehaceres. No molestéis al campesino que hace quesos y aceite ni al obrero que se fuma un cigarrillo en sus horas de ocio. Dejad en paz al enfermo mental que sufre ansiedad por cuestiones ajenas. No molestéis al enfermo mental que ha tenido insomnio esta noche pensando en vosotros y en lo dañino que sois. Hay gente que no deja en paz a los demás, todo lo quiere enredar de la peor manera para salir ellos triunfantes de ese enredo torpe y poco verdadero. Yo lanzo un panegírico a mi padre porque sabe vivir la vida y no molesta a nadie; antes bien, ayuda con un cocido para sus hijos el viernes que viene, día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. La vida es triste y más triste la hacen los que no dan la cara, van siempre por detrás y lían la madeja.
Cuánto tiempo he admirado tu hermosura
y cuánto tiempo he lamentado tu incultura.
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