Estoy intentando cocinar unos garbanzos con repollo pero ya se me ha salido todo el agua de la olla y la vitro no funcionaba. Saldrá un churro pero nos lo comeremos. A las 12:00 apago el fogón pues los garbanzos ya están muy cocidos. En cuanto escriba este blog, aparto del fogón la olla. No quiero tirar una piedra que rompa los cristales de los cielos, no quiero dormir al lado de la bestia. Los brazos los tenemos todavía extendidos llenos de amor por esa época dichosa, vivimos tristes, sí, pero con el amor al borde de la boca. Y tú acudes todavía a ese paseo dolido y tembloroso en que las piernas hablan más que el corazón. No será por mí que aquel tizón rojizo se agote como una perla inerte. Seguirá luciendo y ardiendo para ti y para mí. No se irá el día sin tu recuerdo, no se romperá el cristal azul en la hora tardía sin que tu memoria me dé dulce pensar.
Pues más allá de nuestro sueños
la palabra vibrará como una luz férrea y cercana.
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